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01
ago/
2014

El peligro del CMS

El peligro del CMS

Hace mucho tiempo que los CMS o sistemas de gestión de contenidos están entre nosotros. PhpNuke fue de los pioneros: podías hacer tu propia web sin tener ningún conocimiento de programación ni capacidad de diseño. La única complicación era tener que descubrir qué era un ftp y cómo instalarlo. Una vez superado ese escalón, todo era felicidad... o no...

 Se abría entonces el mundo de los artículos, secciones, noticias... que todo parecía que era lo mismo, pero no, no lo era. Probabas una noticia, pero no salía lo que querías... el artículo tampoco. Después de 50 pruebas ya sabías poner tu nombre y que saliera en la World Wide Web (eso si ya te habías abierto algún hosting sin mucho sudar).

En cuanto a la imagen, sólo había que elegir un template... y ya está, tenías una web completa, con no mucho esfuerzo y relativamente bonita. Incluso te permitías el lujo de que el visitante cambiara el template con un sólo click...

Una vez que el tonteo inicial había pasado, te empiezas a plantear crear tu web personal/profesional. No hay duda, ya dominas la jerga y el funcionamiento de un CMS. Pero ahora no te valía con poner tu nombre. Necesitabas secciones con información más específicas, gráficos llamativos y funcionalidades dinámicas. A buscar un template... pero no existe el que está en tu mente. Siempre había existido un apartado en la administración para "programar" (qué es eso) e igual lo que buscabas se hace allí. Te resistes volviendo a buscar templates, pero la idea que tenías es tan novedosa que nadie ha caído... y no existe plantilla.

Un par de búsquedas por internet y descubres empresas de diseño que te montan un Wordpress más o menos como quieras. Contactas con ellos y les cuentas la idea: "Hombre, tampoco puedes hacer eso, pero lo apañamos con unas imágenes bastante buenas en alta resolución que llama mucho la atención". Aceptas, porque no queda nada mal. Cuando te pasan el presupuesto, es una auténtica locura pero, ya se sabe, tener una web diseñada cuesta.

Tu web está lista y lo sacas al mundo, un mundo lleno de peligros, pero te das cuenta que tu diseño es lo mismo que la competencia, mismos efectos, mismo footer (esa parte de abajo que es lo que siempre te hace indicar cuando es un Wordpress, parece que es donde más imaginación falta). Aún así, el niño es tuyo y lo quieres. Le pides a la empresa de diseño un par de modificaciones gráficas (el contenido lo manejas tú, pero el diseño no)  y te lo cobran bien cobrado, pero ha merecido la pena. Colocas un formulario en tu web (a la gente le va a gustar tanto, que no pararán de entrar y escribir su parecer). De hecho, así es: encuentras miles (¡¡o millones!!) de comentarios en tu web, sólo que no opinan de tu web, sino de dónde comprar más barata la viagra o para que visites sus fotos más íntimas. Algo está fallando... descubres el SPAM.

Todo se vuelve mejor cuando tu CMS te avisa de que hay una nueva versión que soluciona todos tus problemas. Te dice que, dado que ha cambiado la versión, tienes que hacer una reinstalación. ¿¿Qué es eso?? ¿¿sustituir archivos?? El miedo te recorre, pero lo afrontas con el mismo ímpetu con el que aprendiste a usar un ftp o con el que sacaste la cartera para pagar por el diseño.

Parece que está solucionado, ha cesado la afluencia de mensajes. Entras en tu web y, pasados unos 5 segundos, algo pasa... se redirecciona a una web que para nada es lo que esperabas. En ruso... te vuelves loco. Consultas en internet y ves que es algo muy común, por lo que te tranquilizas, excepto porque nadie tiene una solución efectiva. Bueno si, una persona: ha borrado toda su web y la ha reinstalado, aunque pasados unos días, ha vuelto todo como antes y sigue viendo su web con caligrafía cirílica.

Llegas a la desesperación total y es cuando llamas al programador (la empresa de diseño diseña, pero aunque en el presupuesto te metieran programación y de todo, esto no lo saben solucionar). Te cuenta un galimatías que parece que se está quedando contigo: "Han accedido al servidor y han incorporado una línea de código en los más de 3.000 archivos php que posee tu CMS, que no es más que un exec que redirecciona a otra web, pero oculto en codificación en base64". Le dices, "vale, borra las líneas". Te dice "imposible si quiero jubilarme a los 80 años y, además, no hay garantías de que vuelvan a regenerarlo sólo borrando eso. Posiblemente han creado y escondido algún archivo con extensión de imagen que regenera la infección. Hay que borrar y reinstalar todo". Más miedo aún en tu cuerpo, pues ni el profesional que te ha costado más dinero, te lo soluciona rápidamente. Es entonces cuando te dice una frase clave: "Este es el problema de las plantillas". Esta frase cala en tus huesos. Lo peor es que continua: "es una vulnerabilidad de un plugin que hace que se pueda acceder a tooodo el servidor. Como es un Wordpress del cual toda la estructura de ficheros es conocida, todo es automático: saben donde están todos los arh¡chivos php y js infectables y dónde guardar los de regeneración de la infección. Se infectan millones de webs en apenas unos segundos. La ventaja de una web programada es que, aunque seguridad 100% no existe nunca, el hacker necesita perder el tiempo buscando tus huecos y para eso se para con un Wordpress, que en lugar de entrar en una web, está entrando en millones al mismo tiempo".

Te has quedado sin web mientras se reinstala. Pero si todo era maravilloso y fácil... ¡¡si hasta podía gestionarlo yo solito!!

Buscas alternativas y llegas hasta una web de una compañía de hostings con la que puedes hacer tu propia web con sólo arrastrar bloques... es útil si aún estuviéramos en los 90 y el diseño se basara en poner muchos gifs y letras fosforitas sin lógica.

Le preguntas al programador que te hace la web, con hasta el mismo diseño, con código propio, por el mismo precio que te pedían por el Wordpress. Algo está fallando en el mundo.

Hay una frase que una vez vi en una sastrería que me marcó: "Un traje a medida no es más caro, es mejor". Hoy día, parece realmente que los especialistas en web son diseñadores y no programadores. Bien es cierto que hay millones de plugins para los CMS y grandes diseños, pero tampoco compras un traje que tenga todos los colores aunque tú sólo quieras el azul. Tampoco te gusta que, al llegar a la fiesta, tu competencia tenga el mismo traje o bastante parecido. Te gusta ser único y que tampoco cualquier persona sepa exactamente dónde está cosido cada botón y un ratero sepa que el del pantalón siempre se raja con facilidad si tiras un poco. Tu estructura es única, tu idea es única... no una plantilla que cualquiera que sepa usar una máquina de coser pueda vendértela como si de un Armani se tratara.

 

 [Imágenes: zhu difeng-shutterstock, AppleDave-flickr]